Desempleo, esta etapa atravesada por tantas personas, va
mucho más allá de no ir a diario a un empleo.
Abarca la redistribución de presupuesto
y tiempo, entre otros factores que suelen vincularse con temores que es necesario cuestionar, a fin de resguardar nuestra
salud psico – física y relacionamiento con los demás. Este artículo, es una
invitación a reflexionar acerca del círculo compuesto por nuestra visión de la
realidad, nuestros pensamientos, los
mensajes que nos dirigimos, las
emociones que experimentamos y las acciones que llevamos acabo.
[Imagen: sxc.hu]
Lejos
de pretender ignorar o minimizar las dificultades, las siguientes técnicas
apuntan a separar temores irracionales de inconvenientes genuinos y
trazar estrategias para abordarlos.
Al estresarse, es común que a varias personas les asalten dudas que
las llevan a conclusiones total o parcialmente falsas, acerca de sí mismas y el
entorno. Pudiendo por ejemplo,
* extender las consecuencias de un acontecimiento
negativo específico, a otras áreas no relacionadas.
* juzgar sin pruebas o basándose en evidencias
contradictorias.
* maximizar las dificultades y minimizar hechos positivos
o las propias capacidades.
* pensar las situaciones en términos de “todo o nada”.
* culparse por eventos negativos externos que no están bajo la
propia responsabilidad.
Este
tipo de procesos, pueden ser comprendidos si nos detenemos a pensarlos. Veamos
un ejercicio al respecto. Divide una hoja en dos columnas, en la primera describe una situación
que te preocupe y en la otra los pensamientos y emociones que te provoca. Por
ejemplo;
Situación 1: tu pareja se queja de que estás irritable y
te enfadas fácilmente.
Segunda columna: Piensas, “tiene razón, no hago nada bien”, te
sientes disgustada y culpable.
Si estás irritable, es bueno reconocerlo. Pero el resto de la frase no
es cierta. Es imposible que hagamos siempre todo bien o mal, y percatarnos de
nuestros errores es básico para construir soluciones tanto solas como con
ayuda. Podrías entre otras medidas, contar hasta 10 antes de responder mientras
ves si comprendes exactamente lo que te dicen, o bien comentar que prefieres
conversar luego ya que ahora necesitas un descanso.
Situación 2: en una entrevista de trabajo, olvidas
mencionar un curso relacionado con los requisitos del empleo.
Segunda
columna: Piensas, “olvidé decirle sobre el curso, no va a llamarme, no
conseguiré empleo nunca”.
Sientes rabia, ansiedad, tristeza y culpa.
Aquí la primer parte de la frase también es cierta, pero no el resto.
Hubiese sido positivo mencionar ese curso. Sin embargo, no tienes pruebas de lo
que efectivamente sucederá, más aún considerando que el seleccionador tiene tu
currículo y que seguramente habrás mencionado otras cosas que dan cuenta de tu
aptitud para el puesto. Sería más conveniente que te dijeras “en esta
entrevista con estas circunstancias, he hecho lo mejor que he podido, si
tuviera otra lo haría todavía mejor”. Distraerte un momento y luego analizar
tranquilamente la situación en su conjunto, te permitirá aprender de la misma
así como preguntarte hasta qué punto son ciertos los mensajes que te diriges, y
cuándo comienzan a mezclarse con temores.
Otra técnica que contribuye a fortalecer la autoconfianza y quitarle
el carácter catastrófico a muchos pensamientos, es recordar en detalle eventos
positivos pasados, por ejemplo cuando implementaste exitosamente un proyecto en
tu empleo anterior, accediendo así al registro de emociones y pensamientos de
ese entonces. Si pudieras comunicarte contigo en aquella situación, ¿qué te
aconsejarías respecto a tus circunstancias actuales?
Desde luego existen diferencias significativas entre un caso y otro,
necesitándose en algunos intervención profesional. En terapia, suelen
trabajarse pensamientos dañinos
profundamente arraigados, que existían antes de perder el empleo anterior y se afianzan durante el desempleo. Cuestionar temores y mensajes que consideramos naturales, nos permite abrirnos a una
gama de posibilidades más amplia a la hora de acceder a una visión más realista
y saludable de las circunstancias.