La Psicología Positiva es una rama de la Psicología, que estudia científicamente el bienestar psicológico y sus bases, abordando la persona y sus problemáticas desde los aspectos sanos y fuertes, en lugar de hacerlo desde la patología. Su estudio e intervención abarcan emociones positivas, fortalezas en el carácter, la sabiduría, el buen humor, la creatividad, el agradecimiento, la resiliencia y demás aspectos saludables de la psiquis humana que hacen a la calidad de vida.
[Imagen: Imagerymajestic/FreeDigitalPhoto.net]
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Esta rama fundada por el Dr. Martin Seligman en Estados Unidos a finales de los 90’, interviene no sólo en pos de resolver situaciones conflictivas, sino también para potenciar el bienestar psicológico, lo que repercute directamente en la calidad de vida. Por tanto, se trabajan y estimulan emociones positivas en relación a vivencias sobre eventos presentes, pasados y futuros. Respecto a experiencias presentes, se suele trabajar sobre emociones como el amor y la alegría. En cuanto a las pasadas acostumbran abordarse la satisfacción, la gratitud, la serenidad y la satisfacción. Mientras que en relación al futuro, se trabaja generalmente la confianza en sí mismo y el optimismo, las que a su vez se relacionan con la esperanza y la seguridad.
El optimismo es un pilar de esta la Psicología Positiva, existiendo distintas investigaciones que dan cuenta de su relación con los menajes que las personas acostumbran a autodirigirse, la autoestima, el concepto que tienen de sí mismas y de los demás, la forma en que interpretan las experiencias, entre otros aspectos.
De acuerdo con Seligman, es posible aprender a pensar de forma adaptativa y positiva, siendo de gran ayuda para enfrentar mejor las dificultades, y tomar la experiencia en sí como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento. Esto último, está estrechamente relacionado la resiliencia, entendida como la capacidad de superar las adversidades y salir fortalecidos de las mismas.
Estos y otros aspectos, dan cuenta de un fortalecimiento de la inteligencia emocional y las capacidades que implica, como el superar decepciones, poder motivarse, controlar el humor, empatizar con los demás, entre otras. Tanto la inteligencia emocional, como el optimismo y la resiliencia, entre otras habilidades, pueden ser entrenadas.
Actualmente la Psicología Positiva se aplica con comprobada efectividad en muy diversos ámbitos además del terapéutico, como por ejemplo en la Psicología Laboral o Educacional, así como en distintas etapas de la vida como la niñez, la adolescencia o la adultez, a fin de lograr una mejor calidad de vida.