Dinero y pareja, tópico que abordamos nuevamente a pedido de algunos lectores, quienes deseaban se siguiera profundizando sobre el mismo. En el anterior artículo sobre el tema, veíamos que en la pareja, el dinero tiene connotaciones que van mucho más allá de su administración. Considerando que cada uno creció y se educó en hogares diferentes, tuvo experiencias de vida distintas, es lógico que existan también diferencias en la manera de pensar y de sentirse respecto al dinero. ¿Cuánto pesa y cómo se articula ésto en la comunicación diaria?
Dinero y pareja, es una combinación que no siempre da el mismo resultado, ya que llevar la administración de las finanzas de una determinada manera, puede ser muy conveniente para una pareja en particular, y no para otra.
La modalidad de fondo común, tan popular actualmente puesto que es usual que ambos miembros de la pareja tengan ingresos, puede ser muy efectiva por ejemplo, en aquellos casos donde los dos tengan criterios de distribución y ahorro muy parecidos.
Sin embargo, este sistema puede hacer que uno quede en desventaja si por ejemplo, sus ingresos son menores y acordaron aportar en partes iguales, si sus opiniones sobre los gastos imprescindibles son muy distintas, o si uno quiere invertir en un negocio. En tales circunstancias, separar el dinero y acordar un aporte para solventar los gastos fijos puede significar una administración que se ajuste mejor.
Otro escenario que es también bastante común en estos tiempos de crisis y desempleo, es que uno provea el dinero y el otro se encargue la administración, el trabajo doméstico y el cuidado de los niños si los hay.
Poner ciertos acuerdos por escrito, es una herramienta útil para mejorar la comunicación, ya que contribuye al análisis y a evitar desencuentros debidos a interpretaciones incompatibles. No obstante, en algunos casos se necesita la intervención de un psicólogo, por ejemplo cuando en la práctica el conversar sobre el dinero se dificulta más de lo deseable, implicando distintas ideas y emociones en la pareja, como vergüenza, miedo a que el otro piense que no es querido, necesidad de cambiar ciertas conductas, entre otros aspectos.
La administración que la pareja acuerde respecto al dinero, pone en juego muchos aspectos importantes en la comunicación, como sus expectativas respecto a la relación y su futuro, la confianza que se tengan, o la facilidad para ponerse en el lugar del otro y alcanzar acuerdos. Las alternativas válidas que pueden surgir, son variadas cuando ambos se atreven a abordar el tema dinero y pareja abiertamente.