¿De qué hablamos cuando hablamos de autoestima? ¿Por qué es importante? Para comprender mejor este
entramado de amor propio, mensajes
autodirigidos y ajenos, autoevaluación
y autoconcepto, comencemos por
ahondar en el término.
[Imagen: Dan/FreeDigitalPhotos.net]
Al referirse a la autoestima, muchas veces se emplea el término
autoconcepto como sinónimo, sin embargo éste se refiere a la imagen que tenemos
de nosotros mismos en distintas áreas, como la familiar, laboral, social, entre
otras. Mientras que la autoestima, es la evaluación que hacemos de cómo
pensamos que somos y nos desempeñamos en esos aspectos. De ahí, que las
personas puedan sentirse satisfechas consigo mismas por ejemplo, en el área
familiar, pensando que son buenos padres o hijos, y no tanto en el trabajo.
El autoconcepto, es una construcción que realizamos al interactuar con
los demás, donde influyen sus devoluciones sobre lo que hacemos. Así vamos
adquiriendo y moldeando ciertas ideas acerca de nuestras habilidades.
La autoestima implica también, compararnos con un patrón de conducta
ideal aprendido, si el mismo es demasiado elevado la autoevaluación tenderá a
ser baja.
**¿Por qué es importante la autoestima?
Un buen nivel de autoestima, contribuye en mucho a;
*proteger la salud psico - física, suele asociarse
incluso a una mejor defensa inmunológica.
*estar más motivados
*ser más creativos
* ser más productivos
*manejar mejor y resistir más el estrés
*tomar más la iniciativa
*enfrentar mejor situaciones problemáticas
*mantener conductas que nos acerquen a metas
*relacionarnos mejor con los demás en distintas esferas.
Quienes sienten afecto por sí mismos, no necesitan de otra persona para sentir
que existen, ni invaden el espacio ajeno, sino que tienden a establecer
vínculos más saludables y estables, con más confianza y compromiso.
Al trabajar este tema en terapia, es frecuente abordar los mensajes que la persona se dirige,
muchos de los cuales le pasan desapercibidos. Es importante comprender mejor nuestra autoevaluación y qué factores influyen en nuestro autoconcepto, a la hora de formarnos
ideas sobre cómo somos y cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles, a fin de
adoptar actitudes más resilientes y construir una autoestima más saludable.