![]() |
En
numerosas ocasiones, nos proponemos apelar a nuestra creatividad para solucionar problemas en algún tipo de trabajo, ya
sea remunerado o no. ¿Pero en qué contexto
tienen lugar estas nuevas ideas?
¿Cuáles son las características de
un ambiente creativo que nos ayude a
mirar diferente una situación y encontrar conexiones que antes no veíamos?
[Imagen: Sxc.hu]
[Imagen: Sxc.hu]
En
líneas generales, es posible entender la creatividad como un proceso en el que se plantea
claramente una situación problema, y luego de innovar o de alterar ciertos
elementos, se origina una idea, concepto o esquema nuevo que suele satisfacer
ciertas necesidades. El contexto en
el que nos encontramos, tiende a enmarcar la forma en que percibimos distintos
aspectos y las herramientas con las que contamos. De ahí, la influencia de un ambiente
creativo sobre nuestra predisposición a pensar alternativas.
Algunas
características interrelacionadas que pueden encontrarse en un contexto que favorezca
la creatividad;
Compromiso: referido a
qué tan implicados nos sentimos respecto a tareas diarias, comprendidas en
metas a corto, mediano y largo plazo.
Motivación: va de la
mano con el punto anterior, y es uno de los aspectos que más sobresalen cuando
pensamos en trabajo creativo. El pensar en las metas como un objetivo que se
desea alcanzar, significa compromiso con las actividades, un sentido que se les
atribuye y una energía que se decide invertir en las mismas.
Disfrute: cuando nos
sentimos deseosos de invertir tiempo y energía en un proyecto, pensando
distintas estrategias para lograr lo que queremos de forma más rápida y
eficiente, es común sentir también, que podemos ser espontáneos y nos encontramos
en un ambiente seguro. Si debemos trabajar con otros, en esta atmósfera
distendida las bromas agradables y la risa hacen parecer que las horas transcurren
rápido.
Libertad: realizar al
menos gran parte de las tareas como queremos, denota cierto nivel de autonomía,
en un ambiente donde los roles y guías no son demasiado estrictos, y las nuevas
ideas son recibidas de manera atenta, abierta y realista.
Confianza: tanto en
nosotros mismos como en compañeros o supervisores. La confianza es uno de los
pilares del ambiente creativo, ya que nos permite tener una actitud abierta,
sintiendo que podemos ser sinceros, que recibiremos actitudes y opiniones
honestas de los demás, así como que somos parte y podemos contar con un grupo
de apoyo.
Ciertos
aspectos físicos de nuestro lugar de trabajo, también hacen a un ambiente
creativo, como una adecuada higiene e iluminación, un nivel bajo o al menos
moderado de ruido, espacio para desplazarse cómodamente y orden, éste último
aspecto visual contribuye especialmente a sentir que tenemos más control sobre lo
que hacemos. Todo ello, es también considerado cada vez más por empresas que
desean fomentar la creatividad de sus empleados.
Es
muy común que los lugares donde debamos presentar nuevas ideas, comprendan ciertas
reglas para aceptarlas, éstas suelen existir por buenas razones y siempre que
no sean rígidas en extremo, podemos capitalizarlas proponiendo alternativas más
elaboradas con detalles más cuidados que las hagan adaptarse mejor a la
práctica. El que nuestras propuestas no sean admitidas demasiado fácilmente,
suele llevarnos a pensarlas más y presentarlas mejor.
Si bien la creatividad
implica poner en práctica nuevas ideas,
es un proceso mayoritariamente de investigación y reflexión, que puede ser más
o menos facilitado según las características
del contexto donde se realice,
detenernos a pensarlo y pensarnos, es un primer paso para construir y fomentar
un ambiente creativo.