Que
nuestros pensamientos y sentimientos repercuten en nuestra salud física no es
novedad, ¿cuántas veces hemos escuchado por ejemplo, que el estrés crónico se
relaciona con caída del cabello, alteraciones hormonales, dolores musculares,
entre otros? Para acceder a un enfoque diferente de la relación mente – cuerpo,
recibimos hoy a Caitlin Vincek, terapeuta de Yoga egresada del Phoenix Rising
Yoga Therapy Training Centre, y actualmente directora del centro Radiant Inside, en Boulder, Colorado, Estados Unidos.
Bienvenida Caitlin, cuéntanos
un poco de ti, tuviste una formación universitaria en Lingüística, ¿verdad?
¿Cómo se dio ese pasaje de tu interés del lenguaje hablado al corporal?
Gracias,
sí, realicé una Licenciatura en Lingüística en la Universidad
Middleburry, luego de graduarme en 2008 residí 1 año en
Egipto, donde enseñé inglés y estudié árabe. Durante el último mes de mi
estadía, me enfermé y empecé a vivenciar y pensar mi cuerpo de otra manera.
Tuve
muchos problemas digestivos, me sentía muy cansada después de las comías,
dormía mucho, se me hacía muy difícil trabajar, sentía que estaba muriendo, de
hecho durante 2 años pensé que podría morir. Desde entonces, comencé a invertir
mucho tiempo investigando sobre nutrición, relajación y salud psico – física.
Durante este camino, descubrí la
Terapia de Yoga y aprendí a escuchar la voz del cuerpo, ya
que el dolor que experimentaba era la voz de mi cuerpo, la manera que encontró
de expresar un malestar.
El hecho de haber estado
en el exterior, en Egipto en particular, ¿influyó de alguna manera en tu
investigación?
En
cierta forma sí, ya que fue la primera vez que viví en un lugar donde no me
sentía muy segura caminando por la calle, a causa de diferencias culturales de
relacionamiento entre hombres y mujeres, en especial con una occidental no
musulmana.
¿En qué consiste la Terapia de Yoga?
Es
una forma de brindar apoyo a nivel físico, emocional, mental y espiritual a la
vez. Antes de comenzar a ejercer como terapeuta, durante mi propio tratamiento
de Yoga, en una sesión sentí el vívido recuerdo de una situación que viví con
una amiga que falleció a los 15 años. Ella tenía cáncer en los huesos, los
doctores demoraron en diagnosticárselo, y en mi sesión pude contactarme con mi
registro corporal de todo el miedo y la angustia que había experimentado junto
con mi amiga. Luego de reconocer ese miedo que conservaba, pude empezar mi camino
de sanación.
Tu realizas un tipo
específico de Terapia de Yoga, Phoenix Rising, cuyo nombre hace referencia a la
mitológica ave Fénix que luego de consumirse en el fuego resurgía de sus
cenizas, y más precisamente al ave levantándose, en el momento de
resurgimiento. ¿Podrías contarnos sobre la misma?
Sí,
el nombre remarca la experiencia de transformación que uno puede tener a través
de superar la propia oscuridad. Se relaciona con reconocer la sombra que cada
uno tiene en sus experiencias de miedo, trauma, enfermedad, ya que es al
enfrentar esas cosas cuando surge la transformación, la sanación y el
renacimiento.
Actualmente tienes un
centro de Terapia de Yoga, ¿podrías contarnos acerca de las sesiones que
ofreces allí?
La
sesión de terapia Phoenix Rising dura 90 minutos. Comienza con meditación para
facilitar la conexión personal con el cuerpo, entrando en un estado donde se
puede sentir más y relajarse. Se trabaja con posturas de yoga asistidas, para
así junto con técnicas de diálogo, ir abordando distintos temas que van
surgiendo. El objetivo es que el cliente esté completamente relajado, flojo, y
mientras se apoya en su propio cuerpo, le da el control del peso del mismo al
terapeuta. Y éste es un punto interesante, porque aquí surge muchas veces el
tema del control y de la confianza en el otro, el buscar siempre tener el
control en la vida o no.
En tu sitio web, también
mencionas las técnicas de diálogo a las que acabas de referirte, de hecho dices
que la terapia Phoenix Rising incluye elementos de psicoterapia, ¿podrías
contarnos más acerca de estos elementos y el papel de las técnicas de diálogo?
Los
elementos de psicoterapia, se toman exactamente del psicólogo estadounidense
Carl Rogers, quien en su trabajo y enfoque humanista de la Psicología, desarrolló el
concepto de “loving presence” sobre la importancia de la presencia de amor en
la vida de las personas.
Las
técnicas de diálogo se emplean mientras se realizan las posturas, por ejemplo,
si alguien tiene problemas de espalda y se practica alguna postura para abrir
la zona del corazón y surge algún miedo de tener el corazón abierto, en el
sentido de amar a otra persona, se comienza el diálogo preguntándole qué sucede
y a medida que la persona va hablando salen recuerdos que surgen del cuerpo,
visiones, sentimientos y el terapeuta guía la reflexión.
Hacia
el final de la sesión, se realiza una integración de todo lo que surgió, si
dentro de lo que emergió hay algo que parece más importante se reflexiona
especialmente sobre ese tema, cómo influye en la vida diaria actual. Si por ejemplo
dice que no se siente bien, a veces le repito su afirmación y una vez que la
escucha dicha por otra persona, comenzamos un proceso de reflexión sobre la
misma. Es una terapia focalizada en el presente, en el ahora.
Por lo que cuentas,
podemos ver que en tu trabajo las técnicas de diálogo son empleadas no para
aconsejar sino para trabajar junto con el cliente, poniendo un orden en su
pensamiento y discurso tal como se hace también en una sesión de terapia
psicológica.
Claro,
no se le da consejos porque es la persona quien decide al final lo que quiere
hacer con su vida. Tiene que ver con la sabiduría que cada uno tiene en el
cuerpo.
¿Cuál es la frecuencia
de las sesiones?
Al
ser muy removedoras y profundas, la frecuencia es de 1 vez al mes o cada 15
días, pero no más que eso para que el cliente tenga tiempo de integrar y
procesar lo que sucede en cada una. Dependiendo del tema específico, la
integración puede ser un proceso largo que tome más de un encuentro. Salen
muchas cosas en las sesiones, el cuerpo, los músculos, los huesos, demoran más
en procesar las cosas que la mente.
Un dato significativo es
que en tu caso sólo trabajas con mujeres, ¿qué características destacarías de
los resultados de la terapia Phoenix Rising en el trabajo con ellas?
Bueno,
en primer lugar si bien mi clientela es sólo femenina, hay características de
esta terapia que también pueden aplicarse a hombres, por ejemplo revertir patrones
de conducta negativos y autolimitantes.
En
el caso específico de las mujeres, se suelen trabajar temas referidos a roles
femeninos actuales, y por ejemplo el estrés que les generan.
A
su vez, y citando nuevamente mi experiencia en Egipto, cuando caminaba por la
calle comencé a hacerlo de manera defensiva por miedo a que los hombres me
tocaran, como suele sucederle a las mujeres occidentales allí, iba encorvada
para proteger el corazón y el pecho. Muchas veces el cuerpo, la manera de
portarlo, refleja los mensajes mentales que nos dirigimos, que pueden estar
relacionados por ejemplo con la autoestima. Éste es un patrón bastante común en
mujeres con problemas de autoestima, quieren proteger el corazón, el pecho es
algo que los hombres te miran. Si caminas así, vas a tener mucho dolor en el
cuello y la espalda, además de que no vas a estar abierta al amor.
Mujeres
que hayan sido víctimas de abuso sexual, especialmente durante la infancia o la
adolescencia, a veces caminan así como una forma de protegerse, y eso es algo
que pueden cambiar y pueden sanar mucho. La Terapia de Yoga Phoenix Rising, es especialmente
efectiva en el caso de mujeres que fueron abusadas.
Hace un momento
mencionabas el estrés, tema del que Mi diván online.com se ha ocupado en
anteriores artículos. ¿Cómo ha sido tu experiencia profesional en relación al
mismo?
Prácticamente
“todos” los americanos tienen mucho estrés, la Terapia de Yoga ayuda
mucho con eso, ya que la persona puede relajarse y contactarse con el registro
de su cuerpo, cosa que en la vida diaria no percibe. Aquí por ejemplo, las
madres siempre están corriendo, pensando en los hijos. Si una persona está
relajada y sintiendo en un nivel profundo, tiene una mayor visión interna de lo
que le sucede. De acuerdo con Carl Rogers, cada uno tiene en su propio cuerpo
la sabiduría necesaria para sanarse a sí mismo, la sabiduría viene desde
adentro.
Muchas gracias Caitlin
por tus palabras, por haber decidido compartir algunas experiencias
profesionales y personales. Tu paso por Mi diván online.com ha sido muy
interesante y ha aportado una visión diferente de la interacción cuerpo –
mente.