Durante la actual crisis económica, los emprendedores vienen asumiendo un papel cada vez más protagónico en el nuevo escenario laboral. Cada día son más las personas que por estar desempleadas y/o porque desde hace tiempo sueñan con implementar aquel proyecto que tienen en mente, deciden emprender. La entrega de hoy, va dedicada a quienes disponiendo del momento personal y conocimientos adecuados, tienen el coraje de poner manos a la obra.
[Imagen: Naypong/FreeDigitalPhotos.net]
¿Qué características de personalidad tienen los emprendedores?
Salvando diferencias entre distintos casos, es común encontrar en esta
población personas proactivas y con una rica actividad mental, quienes
muchas veces prefieren pasar horas investigando en relación a su
proyecto, que participar en situaciones sociales. El deseo de realizar
su idea es tan fuerte, que incluso pueden estar dispuestas a renunciar a
la seguridad de un trabajo estable. Una conducta proactiva de la mano
del pensamiento estratégico y de decisiones inteligentes, moviliza la
motivación contribuyendo a crear respuestas de calidad en una realidad
cambiante.
En el artículo 6 virtudes y 24 fortalezas en Psicología Positiva, conocimos en líneas generales, la clasificación que los psicólogos Christopher Peterson y Martin Seligman
realizaron sobre aspectos que hacen a la salud mental. Más allá de las
diferentes combinaciones en distintas personas, en el caso de los
emprendedores suele sobresalir la virtud Coraje, por ser la que impulsa a perseguir los objetivos sin desistir. Ésta comprende las fortalezas de;
**Valentía: implica
actuar según los propios valores, ideas y sentimientos sin dejarse
amedrentar, permaneciendo firme respecto a lo que se considera justo.
**Persistencia: posibilita
sostener la propia postura más allá de las dificultades, comprende la
fuerza suficiente para perseverar hasta alcanzar el objetivo y la
satisfacción cuando sucede. Puede verse por ejemplo, cuando los
emprendedores apelan a su creatividad (otra fortaleza que permite hallar
conexiones nuevas y crear conceptos originales) para encontrar
soluciones innovadoras.
**Vitalidad: esta
fortaleza se encuentra fuertemente unida a las anteriores, es el motor
que permite continuar hacia la meta, por significar una actitud enérgica
y entusiasta que lleva a dar lo mejor de sí.
**Autenticidad: asumir
las propias acciones y sus consecuencias, implica una madurez necesaria
para trazar objetivos y alternativas realistas, así como para aprender
de los errores.
Todas
estas fortalezas interrelacionadas, forman un círculo que se
retroalimenta. Suelen haber múltiples motivaciones para la actividad
emprendedora, como por ejemplo sentirse satisfechos y reconocidos por el
trabajo, aspirar a una mejor calidad de vida, ser el propio jefe,
aprovechar habilidades personales, entre otras.
De
acuerdo a diferentes investigaciones, dentro de las causas de éxito que
identifican los emprendedores se encuentran la dedicación al trabajo
acompañada de la calidad del producto o servicio, la atención al
cliente, la organización en el funcionamiento y administración, así como
la diferenciación frente a la competencia. Si bien es cierto que
durante la crisis aumentar las ganancias es un desafío, en muchos
sectores las presiones de la competencia decaen resultando para varios
más sencillo establecerse y avanzar en su campo.
Aún sintiéndote muy seguro de tu proyecto,
es conveniente que lo comiences en tus horas libres mientras continúas
con tu empleo, o bien que dispongas de ahorros para tu sustento mientras
lo desarrollas. Existen diversas organizaciones nacionales e
internacionales, que colaboran con los emprendedores
brindándoles asesoramiento en su plan de negocios, incubación durante
los primeros meses, entre otros. Convirtiéndose así, en una importante
herramienta a la hora de apoyar su coraje durante la crisis.